Nadie ha salido de la contienda electoral realmente contento. Y no es para menos. El resultado del 20D se parece a los finales abiertos de muchas novelas, cuando termina te tienes que imaginar un montón de cosas para llegar al verdadero desenlace por el que te has pasado cuatrocientas páginas leyendo. Aquí también el final es el principio. El resultado nos lleva a esperar lo que puede pasar, que hoy es inimaginable. Y también por ello, apasionante, porque significa que las cosas han dejado de ser como eran, y se inicia un proceso de transformación, seguramente de un hondo calado.
El partido que ha conseguido más votos ha sido el PP, es quien ha salido mejor parado. Lo que a mi entender deja muy en entredicho a nuestro pueblo, al que no le importa la corrupción, es más, la valora, no le importa de qué manera tan brutal le hayan castigado. Porque vamos saliendo de la crisis, dicen, pero sobre todo los que nunca han caído en ella son los poderosos, y si se sale va a ser gracias a los humildes, a los pobres que son más pobres, a la clase media que ha descendido un peldaño en la escala social. Ni por su alienación consentida, ni por su miedo, ni por el síndrome de Estocolmo que puedan sufrir, ni por absolutamente nada se justifica que hayan vuelto a votar mayoritariamente a quien les castiga, les roba, a quien se burla de ellos en la cara.
Pero ahí tiene sus 123 diputados, entre ellos un tipo que acaba de ser vinculado a cobros irregulares, a cobros de chantajes, un tipejo de nombre Gómez de la Serna, que se suma a la larguísima ristra de chorizos de este país. Esa es la lucha por la corrupción del Partido Popular, porque hasta Mariano Rajoy le ha defendido un par de días antes de la jornada electoral. Se mofan de la gente, y la gente, luego, les valora volviéndoles a votar. ¿Serán masoquistas? ¿Les gustará que saqueen lo que son propiedades de todos, recortes abusivos cuando los ricos cada vez más ingresan más dinero a sus arcas que, como los traficantes colombianos y mexicanos, tiene que hasta enterrar sus capitales porque no saben qué hacer con tanto?
Pues sí, el partido Popular ha ganado las elecciones, y nos podemos dar con el canto de un duro si Rajoy lo tiene muy difícil para gobernar, porque ni siquiera puede quedarse en Moncloa con apoyo de Ciudadanos, necesita al PSOE para conseguirlo. El enemigo directo (hasta el momento) es quien tiene en su mano su nuevo nombramiento.
Y Ciudadanos. Tanto monta, monta tanto. Bueno, ahí sí estoy contento, porque no ha conseguido engañar a demasiada gente, ni mucho menos a los que ellos esperaban, porque el Rivera ése ya se veía como presidente de gobierno, y ha quedado demasiado lejos.
Me alegro porque el tipo se presentó desde Cataluña como el (o como otro) representante de la indignación, el que recogía el nuevo sentir del pueblo. Y no es sino un calco joven del partido Popular. Que ya lo está desvelando, como cuando pide al PSOE que permita que gobierne el PP, por ejemplo. Y no digamos con lo de su contrato único, su actitud ante la violencia de género, etc.
Lo que nuevamente me entristece es que entre los dos sacan muchísimos votos. Por lo que llevo diciendo, porque este pueblo no tiene cultura política, no nos importa quién nos gobierne, de qué manera nos administren. Y lo peor es que la mayoría quiere estar convencido de lo que les cuentan, por eso no te escuchan si discrepas y tratas de informar de lo que no quieren ver, de lo que realmente sucede a su alrededor, de quién tiene la culpa de que no tengan trabajo, o de que le hayan congelado el sueldo, o de que las eléctricas le estén timando, de que en su pueblo los comercios hayan tenido que cerrar en masa, etc.
No me cansaré de señalar que quien más culpa tiene en esta pantomima son los medios (incluida la Sexta, que nadie se equivoque), que defienden y trasmiten los valores del sistema: la violencia cotidiana, la falta de respeto y de consideración al otro, el apego a lo superficial, a lo burdo, a lo banal, el machismo, el sentimentalismo barato, la limosna, al apoliticismo, lo acomodaticio, etc., etc. De ahí que haya que, parafraseando al Che, crear uno, diez, cien, mil medios contra este sistema caduco, contra el bien pensar y el discurso monolítico, para difundir las ideas de la solidaridad, del beneficio de lo público, del afán de saber, de la conciencia crítica, del futuro.
Bueno, luego están en el Parlamento, con la única importancia que le concede el sistema electoral que actúa en su beneficio, los partidos que representan a los capitales autonómicos y nacionalistas. La derecha regional. En esta ocasión con escaso protagonismo futuro. Afortunadamente.
Ahora sí que me he quedado en blanco. No entiendo nada.La gente da su voto a quien la está machacando,insultando y robando ¿por qué? cada vez más y más aprisa desaparecen servicios que el pueblo había ido logrando a través de muchos, muchos años. La gente premia a quien le hiere ¿? No entiendo, no entiendo, no. ¿Acaso tienen miedo como cuando íbamos al colegio? ¿los mayores tienen miedo a quien nos hirió?