Más que nunca está presente en la información diaria con la que nos bombardea, la supeditación de algunos países a otros, la evidencia de que la felicidad de algunos pueblos dependen inexcusablemente de aceptar ser esclavos del régimen impuesto por las oligarquías financieras. En medio de este panorama surge la novela de Michael Harris que, con humor, británico, claro, nos obliga a situarnos en una salida no tan lejana en su novela Frau Alcaldesa. Y, a través de ese punto, ambientarnos la corrupción y demás signos característicos de la vida local actual.
¿Se podría decir que no es un lenguaje demasiado cuidado, tiene poca riqueza, tanto de composición de frases como de vocabulario, incluso la estructura puede adolecer de simplismo? Tal vez, al menos el prejuicio sobre un escritor de otro idioma así lo podría hacer pensar, pero la verdad es otra. Avanzando en el relato, el supuesto simplismo se convierte, claramente, en sencillez, una sencillez que va atrapando al lector según pasa las páginas.
Lo grande esta novela es que el relato está bien contado, la trama bien trenzada, los personajes llegan a ser de carne y hueso, los lugares son rincones que quieres conocer. Hasta el punto de que cuando has terminado de leer la novela, y muchas semanas después, te sigues acordando de los personajes y de las situaciones, de la trama y del fondo de lo que cuenta. Es decir, te has impregnado de ella, te enamoró, que es lo que ocurre cuando luego, y durante su lectura, te has sentido encantado por ella.
Es una novela con magia.
La novela se lee muy bien, es simpática. El estilo es ligero, marcado por un humor inteligente, nada cargante, que es precisamente una de las maneras más complicadas de escribir. Y esa ligereza no impide que esconda una descripción corrosiva, real, de la corrupción, terminando por dar una lección de los distintos comportamientos políticos que se dan en la actualidad.
De todos modos, lo que más quiero subrayar es que ha conseguido lo que para mí tiene que ser el ideal de toda buena novela: crear un ámbito de ficción. Un universo real, en el que hemos penetrado para hacerlo también nuestro.
Michael Harris nació en Gales en 1955. Después de licenciarse en Historia en la Universidad de Cambridge y realizar estudios de post-grado en Oxford, empezó a recorrer el mundo, viviendo y trabajando en Madrid, Pamplona, Santo Domingo, Bogotá, Santa Cruz (Bolivia) y Edimburgo. En 1982 volvió a la capital española, que entonces estaba en plena movida.
Durante una década Michael trabajó en el Instituto Británico para Jóvenes y luego fue profesor en la Universidad de Alcalá de Henares. En los años ochenta empezó a crear sus propios materiales didácticos y, a mediados de los noventa, se dedicó totalmente a la escritura y la formación del profesorado. Además de artículos especializados sobre metodología, ha publicado varios libros de texto de inglés de alcance global comoWorld Class, Opportunities, Challenges y Choices (Longman/Pearson).
En 1999 se fue a vivir a San Lorenzo de El Escorial y desde hace doce años ha sido miembro de Entorno Escorial, una asociación que lucha contra las agresiones ambientales y el urbanismo especulativo. También ha colaborado en la coordinadora Salvemos la Sierra y en la Universidad Socioambiental de la Sierra.
Frau Alcaldesa transcurre en dos apacibles pueblos, Villasur de Arriba (los Becerros) y Villasur de Abajo (los Lagartos), situados en una zona montañosa de la Comunidad Autónoma de Guadalbóndiga. Por fin, los países del norte de Europa han decidido intervenir directamente en los asuntos de sus irresponsables vecinos sureños, endeudados y azotados por una profunda crisis económica y por una epidemia de casos de corrupción. La COPA (Comisión de Países Acreedores) organiza unas elecciones vía Internet y, en los dos municipios de Villasur, sale elegida Kerstin Wolf, una alemana del partido de los Verdes.
A su llegada a Villasur, Kerstin, acompañada por un intérprete, ex-sargento de la Legión, encuentra dificultades por todos lados. El ex-alcalde de Villasur de Arriba, don Camilo, y su primo Pito vigilan todos sus movimientos. El secretario del Ayuntamiento de Villasur de Abajo, hermano del ex-regidor progresista, pone zancadillas a las propuestas de la berlinesa. El jefe de Kerstin, un finlandés que es el comisario de la COPA en Guadalbóndiga, exige que ella siga las implacables directrices neoliberales del PALO (Plan de Ajuste, Liberalización y Ordenación). Un grupo de exaltados jóvenes de extrema derecha, Orgullo Nacional, conspira contra la extranjera e incluso la asamblea popular del 15M local ve a la idealista del norte como una enemiga.
Michael Harris, en su primer intento de hacer ficción en castellano, ha conseguido hacer una novela espléndida que provoca adicción.