Se inició el laboratorio de novela de Collado Mediano, en la librería HG, en octubre de 2013, con siete miembros: Estefanía Sanz Lobo, Eugenio Rodríguez, Mercedes Reyna, Silvia Rus, Enrique Domingo, Carmen Abenza y Ana Martín Machado, siguiendo las pautas planteadas en su lanzamiento: un trabajo colectivo basado en leer y escribir.
En mayo se puso en marcha otro taller de iniciación a la escritura creativa, algo así como un tiempo limitado para introducirse en el mundo maravilloso de la palabra escrita, de la ficción. Se constituyó con cinco personas: Carlos de Luis, Belén Álvarez, Pablo Romerales, Nuria Fernández y Jesús Carrasco.
Nos han visitado ya Alfons Cervera y Carmen Peire, el próximo escritor en estar en una de las sesiones va a ser Tato Cabal.
Han conseguido escribir textos muy valiosos; lo que se va a incluir en la columna de la derecha son un ejemplo, cada texto es el que cada uno de ellos ha elegido entre todo el numeroso material llevado a cabo. La idea es que había que terminar editando uno de ellos, porque los participantes ya saben que hasta que no se edita no termina de corregirse, de modificarse.
Casi todos tienen la intención de continuar, así que a estos primeros textos se irán sumando otros que ellos consideren listos para ofrecerse a sus lectores.
Es una satisfacción haberles podido animar, haberles incitado, haberles mostrado elementos necesarios para establecerse ellos mismos en la senda del escritor. Se han entregado, se han superado, todos han escrito textos que merecen la pena, como se puede confirmar leyéndolos. Ha sido una experiencia muy enriquecedora que vamos a continuar.
¡Enhorabuena y muchas gracias!
Ay, madre! Si, soy «la Belén» que cita más arriba, y ya me ha entrado vértigo sólo con eso…
esto me pasa por cotillear en internet, no quiero ni pensar en lo que sucederá si veo mi nombre debajo (o al lado, tanto da) de un relato aquí colgado.
Un abrazo, Víctor
Mi enhorabuena a esos emprendedores dispuestos a tropezar con la palabra, a arriesgarla en compañía de personas que se atreven a lo mismo, a bucear dentro de los vacíos de la página en blanco, a encontrarse con el misterio que enlaza los retazos de un susurro que nos viene de lejos o que nos trajo el sueño o que irrumpió sin más como un beso de lava volcánica en los labios. Imagino que por ese camino de entre-velas, la librería de Herminio y el soplo de experiencia con el que empuja Víctor, la magia tiene que ser un invitado inevitable. Mucha suerte con ello, mucha envidia que se entiende sana y mucha grata andadura que os deseo
¿Te digo la verdad, Juan Carlos? No te imaginas lo que estoy aprendiendo con ellos, con su desfachatez y coraje a la hora de afrontar los retos que les marco, algunos verdaderamente difíciles, que siempre resuelven satisfactoriamente. Sólo tienen, en general, un enemigo rabioso, la falta de tiempo, las otras preocupaciones, que inevitablemente les impiden centrarse en la escritura lo necesario para llegan aún a más altas cimas. ¡Orgulloso me tienen, si señor!