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Mi voto, a pesar de la cultura y el arte

Aunque no es un cheque en blanco, mi voto, sin lugar a dudas, es para Unidos Podemos, la coalición formada por Podemos, Izquierda Unida y Equo. Es la opción que me representa entre las que se presentan a las elecciones del domingo, así que también cuentan con mi sonrisa. Por eso digo, como dice mi amigo Alfons Cervera, que voy a votar a los malos. Aunque para mí los malos malos, de verdad, lo que se dice malos, son los del PP, y lo digo con el conocimiento que permite saberlos gobernando muchos años el país, y Ciudadanos, que van exactamente por el mismo camino, si no peor. Y el PSOE, que ya no es ni chicha ni limoná, hasta que se decida, y tiene todas las cartas de inclinarse a lado conservador. Ese es mi voto, aunque sea crítico.

Les voy a votar porque son la alternativa al PP, y también al PSOE, que cada día se parecen más, en una nítida línea conservadora y de consolidación del sistema capitalista que rige hoy nuestros destinos.

Aunque haya cosas que no me convencen, en las que Unidos Podemos mantienen un discurso ambiguo, o que se ha dulcificado innecesariamente. También algún líder no me gusta porque le veo cierto riesgo de empoderarse demasiado si llega al gobierno, con contradicciones que no aclara suficientemente.

Pero mi crítica más seria es la de la falta de política cultural (porque es el ámbito que me afecta directamente), la falta de propuesta clara sobre el modelo de sociedad. Que necesariamente pasa por una revolución cultural, de la que nadie, Unidos Podemos tampoco, pone los cimientos. Lo que alimenta más mi sentido crítico, es la atención a la cultura y al arte que les merece a Unidos Podemos, casi como a los demás.

No vale decir que se va a bajar el 21% de IVA a la cultura, entre alguna que otra medida concreta. ¡Faltaría más!, esperando que lo dejen donde han dicho que lo dejarían, en el 4%. Bajarlo es de cajón, porque clama al cielo lo que ha hecho el PP, es una de sus más terribles canalladas. Pero ocuparse casi con exclusividad del IVA sólo es un síntoma de cómo considera la sociedad la cultura.

¿Que es eso de «la difusión de la cultura» de la que hablan? O ¿cómo se va hacer el «estatuto del artista» y con qué contenido?

Ni la cultura ni el arte caben en los informativos, ni en ningún otro espacio de las televisiones privadas, y escasísimamente y con carácter minoritario en la pública; cuando sí están llenos de sucesos, de podredumbre, de deportes, de tiempo, de moda, de falta de sustancia. Pero la cultura y el arte solo aparecen en los grandísimos eventos, cuando alguien notable se muere o cuando alguien amigo de quien corresponda saca un libro, edita un disco o estrena una película.

De la educación lo poco humanista que había en los programas va desapareciendo paulatinamente porque está dejando de ser educación para convertirse en formación para encarar el mundo empresarial, destinado exclusivamente a situar a los jóvenes en el mercado laboral.

Nadie discute de política cultural ni de qué hacer para tener artistas con una vida digna, para fomentar el arte. Absolutamente nadie. Y si lo hace lo hace con tan poquita voz que no se le oye y es sólo para cumplir.

Pero no sólo son medidas concretas, en el terreno de la educación, de la comunicación, de la política cultural, las que yo espero y encuentro muy a medias en la clase política de izquierdas (porque en la derecha ya sé que lo que planteo no se merece la menor consideración). Es una concepción de la sociedad que implique un cambio de valores que considere la cultura y el arte donde le corresponde estar, si queremos una sociedad más libre, más fraterna, más igual y más justa. Porque sin una revolución cultural radical no avanzaremos más que por los derroteros que vamos: un camino donde se siega el humanismo y se ensalza lo ruin, lo mezquino, lo chabacano, lo mediocre, lo mercantil.

Sí, claro que voto a Unidos Podemos. Porque creo que hasta desde una posición libertaria o anarquista hay que votar, por la sencilla razón de que hay que avanzar, de que esta es una oportunidad única. En ese mismo sentido desde una posición como la mía, en la que lo más importante de mi intimidad está ausente de la perspectiva del nuevo gobierno, sea cual sea, yo voto. Porque si es posible cambiar el drama que provoca la política económica, y corregir lo que se ha deteriorado en soluciones sociales, en derechos… Yo voto, pero alerto de que hay cuestiones que espero, de una puñetera vez, se «pongan en la agenda» de la izquierda, de forma abierta, participativa, decidida. Y que hasta que eso no ocurra, mi voto va a tener un pero.

3 comentarios en «Mi voto, a pesar de la cultura y el arte»

  1. Estoy bastante de acuerdo contigo Víctor. Hay muchas cosas que pulir, como las propuestas sobre Medio Ambiente que también se quedan un poco escasas y que no parecen tener gran relevancia aunque el hecho de que EQUO esté por ahí hará que no estén tan olvidadas. Ahora la situación nos lleva, como bien has dicho, a meter la cabeza porque sino, tendremos que olvidarnos de que las cosas cambien para el bien de la mayoría social. Pasito a pasito, que vamos muy lejos. Tendremos que estar atentos y participativos. Es la manera y es la esperanza. Y sí, con una sonrisa que ya es hora de que sequemos nuestras lágrimas de impotencia e indignación tras estos años de austericidio.

  2. Víctor, yo votaría Unidos Podemos. Las propuestas que hacen se acercan mucho más a mi idea de país que cualquier otro partido.
    Y te soy sincera, quien no me gusta es su lider. Y no me gusta nada tampoco que llame «pactar» a aceptar todas sus condiciones. Para mí votar esta opción es saber que NO habrá gobierno. Podemos no pactará. Y ya de paso y porque aquí sí puedo decirlo, las ideas que no hago más que leer en foros de Podemos sobre » hundir al PSOE», no me gustan. El Psoe -sus gobernantes- son lo que son, pero hay muchísimo militante de base o simpatizante como yo, fuera de la política y del jaleo a quien no nos gusta pero nada esa idea. Y sí, entre otras cosas votaré PSOE «para que no le hundan»; las cosas hay que decirlas claras.
    A mí no me gusta Pedro Sánchez. Pero me gusta menos Iglesias y mucho menos el iluminismo. Yo no quiero que me salven, ni necesito » sonrisas»; quiero un gobierno que al menos no gobierne contra la gente. Pero de iluminismos, lideres, gurús y rendez vous sin crítica al «santo lider» , paso.
    Un abrazo.

    1. Creo que te vas a arrepentir. Ya he dicho lo que pienso. Pero respecto a los líderes: ninguno de los dos me gustan, pero tengo la impresión de que Iglesias está aprendiendo, y tengo la impresión de que a Sánchez le dicen lo que tiene que hacer gentes muy apoltronados en el sistema. Y doy un margen de confianza a una organización nueva, recién llegada, (que lo está haciendo muy bien en lso ayuntamientos del cambio) donde está mi gente, esa con la que he estado en la calle estos cinco últimos años. Pero naturalmente, respeto cualquier otra opción, aunque me parezca descabellada.

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