Junio del 83, Isaac Montero me llamó para formar parte del equipo de un nuevo programa que se va a hacer en la 2 de TVE, Tiempo de papel, dedicado al mundo del libro. Al parecer había sugerido mi nombre Juby Bustamante, la mujer de Miguel Ángel Aguilar y jefa de cultura de Diario 16, periódico con el que yo colaboraba.
Es curioso, en esos días coincidió esa llamada maravillosa para incorporarme a Tiempo de papel con una intervención en la famosa Clave de José Luis Balbín, en un debate sobre cantautores en la que vimos, si mal no recuerdo, una película protagonizada por Serrat.
Creo que es uno de los más atractivos y divulgadores programas sobre libros de televisión que ha habido, de los que conozco. Ameno, entretenido, que trataba el mundo de los libros en su conjunto, con la participación de reportajes, entrevistas, comentarios, críticas, etc. Hice muchas cosas, de un viaje a Canarias saqué cosas espléndidas como un reportaje sobre la literatura en torno a la isla de San Borondón, y otro sacando a dos jovencitos de la música popular canaria de los que uno era Pedro Guerra. Pero la mayor parte del trabajo de ese viaje ya se quedó en el cajón porque el programa terminó.
En este espacio, el dedicado a entrevistar a un crítico en una librería, conversé con Alfons Cervera en Valencia, de ahí nació una amistad que durará siempre. Es lo único que he conseguido volver a ver y a tener de todo el material televisado.
Lo presentaba una marioneta, un cuero de nombre Nevermore, con personalidad e historia propia, otro hallazgo de Isaac.
De los últimos trabajos que hice fue irme con equipo y el director de producción, Espada, a Santander a tratar de entrevistar a Jorge Luis Borges, cosa que no logramos. Ciertamente le tenía preparada una entrevista preciosa, tratando de hacer un cuento. Espada sabía vivir bien y en lugar de quedarnos en la capital nos quedamos en un hotel maravilloso, al que fui luego varias veces en el delicioso pueblo de Liérganes. Nos los pasamos bien y a Espada la verdad es que no le importó demasiado que no hubiera logrado aquella entrevista, que se frustró por culpa sobre todo de la intermediación que hizo Juan Cueto, según se me ha quedado grabado en la memoria.
Primero dimitió Isaac porque hubo un enfrentamiento entre dos facciones del PSOE en la casa, y él estaba entre los que perdieron la batalla que fuera. A pesar de eso el programa se mantuvo, pero renqueante, hasta que se lo quitaron de encima. Yo esperaba ser repescado porque siempre, en aquella etapa, había un programa de libros, pero no tuve suerte. Me quedó la amistad con Isaac y con Tereto, su mujer, espléndida traductora, hasta que desaparecieron.
Esto es lo que apareció en la prensa del momento:
- 83.7.14 La Provincia
- 83.7.14 El Día
- 83.7 Tele Radio
- 83.6.16 El País
- 83.6.14 Informaciones
- 83.6.8 En Valladolid
Más tarde volví a televisión de la mano de La Buena Música, programa excepcional, para ser director de una de sus series, Más o menos nuestro. Fui guionista para otro programa de música, Tira de música, y al cabo de los años hice unos cuantos guiones para series, el único que ha pasado a la SGAE como escrito por mi fue un capítulo de La casa de los líos, pero hasta me arreglé todos los capítulos de una serie policíaca, pero de negro de negro.