Sí, me da vergüenza mi país. Me avergüenzan las gentes que tienen mis mismos intereses y que transitan por la vida como los gusanos de los que hablaba Emiliano Zapata (”El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre, pero que no grite cuando le pisen”). Y más que vergüenza me dan asco mis gobernantes. ¡Qué vergüenza de país y, seguramente, de mundo! ¡Qué asco de sistema podrido!
Es un sentimiento cotidiano, abrumador, porque a cada rato hay motivos para maldecir. Para expresar rabia, para sentir la impotencia, para llorar. Sí, para llorar. Y que nadie me diga que soy pesimista porque hay brotes esperanzadores. No niego que los haya, pero estoy hablando de lo que veo, de lo que me cuentan, y eso es negro y la salida es bien complicada (aunque la hay, desde luego, pero no se anda en el camino de adoptarla, que es cambiar el sistema de manera radical).
Por ejemplo: ayer nos juntamos unos pocos compañeros del 15M y una mínima representación de otros partidos en Villalba para ver si echábamos una mano de urgencia a las familias que estaba desalojando la guardia civil por orden de una jueza cuya balanza precisa de un buen chorro de aceite.
El titular de la prensa (¡Maldita prensa!) era: Desalojado un bloque de 60 viviendas okupadas en Villalba
“Un centenar de agentes de la Guardia Civil ha intervenido en el desalojo de un bloque de 60 viviendas okupadas en Collado Villalba, a raíz de la orden judicial emitida a tal efecto por el juzgado de la localidad.
Según han confirmado fuentes de la Guardia Civil, el desalojo en la calle Madrid, 12 (barrio de La Estación) se ha producido sin incidentes. Durante la operación se ha detenido a uno de los okupas al constar un «requerimiento judicial» por otras cuestiones, ha precisado la Benemérita.
Responsables del Ayuntamiento de la localidad han explicado que se ha ofrecido el realojo a las familias con menores a su cargo. «Algunas de estas familias ya estaban siendo asistidas por diversos motivos desde los Servicios Sociales Municipales», han apuntado. «Se ha realizado una actuación asistencial urgente para que la vida de estas personas se viese alterada lo menos posible. Es una situación de extrema necesidad», ha añadido la alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas. Así, el realojo se realizará a través de un acuerdo entre el Ayuntamiento de Collado Villalba y la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB), que dispone de viviendas en el municipio”.
Preciso: Un centenar de agentes quiere decir el generoso despliegue de 13 furgonetas y 2 furgones grandes, incluidos miembros de la Unidad Especial de Intervención, amén de la policía local con media docena de vehículos. Para desalojar a las familias que ocupaban (Sí, oKupaban el edificio porque, en su abrumadora mayoría, no tenían recursos para vivir de otra manera) los 63 apartamentos de un edifico vacío propiedad de BANKIA; más de 160 personas, contando bebés y ancianos. Una operación militar en toda regla con miembros en el tejado, escudos y cascos para dejar a esa gente, con sus enseres, en la puta calle, sin la menor salida. La orden dictada por la Justicia era que sólo un miembro por familia pasaba entre 8 a 13 horas al interior a recoger las cosas que hubieran acumulado a lo largo de su más de un año de estancia, llevándolas fuera del recinto de una manzana alrededor que había marcado el cordón de seguridad como zona cero.
Pero aún más grave que la deshumanización del comportamiento policial y de la falta absoluta de consideración del ayuntamiento, de la injusta orden de la jueza y de la desmesura del maltrato al que estaban siendo sometidas las víctimas de un orden cruel, me parecen las reacciones de la gente que accidentalmente pasaban por un barrio alterado en su normalidad, personas imbuidas de la propaganda del sistema, personas que aceptaban el engaño, la domesticación, el agusanamiento en el que discurren sus vidas.
Si la corrupción es una manera de ser que impregna nuestra sociedad, especialmente a los estamentos del poder, si el gobierno se ejerce con absoluta autoridad y violencia en defensa de los más poderosos, si la inclemencia abyecta sobre los necesitados no parece compadecerse en ningún caso, si todo está destinado a convertirnos en esclavos sumisos, es por nuestra culpa, porque nosotros lo aceptamos, porque apenas cabe la contestación, la respuesta y la rebeldía en un sector bien pequeño de la población.
La “extrema necesidad” a la que se refiere la alcaldesa (que sustituye al alcalde que ya pasó por la cárcel por su implicación en la trama Púnica) la alimentó ella, la provocó la jueza, la originó un estado de cosas para el que ya he gastado todos los adjetivos, la sostuvo la policía, la firmaron las instituciones, leyes y normas que no están hechas en favor de las personas sino de ese orden caduco fabricado y protegido por quienes más tienen, la aprovechó BANKIA, la generaron los que nos han robado, los que nos han estafado, los que han construido para su provecho esta farsa de crisis. Porque no ha habido facilidad para que pudieran sacar sus escasos pertrechos, ni realojo preparado (sólo está previsto para tres de las familias), porque solo se requería cumplir con “lo que Dios manda” y tapiar un edificio vacío mientras muchos de los desalojados que no encuentren acomodo por su cuenta, tendrán que vivir en la calle.
¡Vergüenza!
Como se nota que no vivias al lado del edificio okupado!! Desde que entraron no hemos tenido un solo dia de paz!
Musica a todas horas, cualquier dia de la semana, peleas, todo tipo de basura, robos en los coches, ha sido un no parar y si se te ocurre decirles algo amenazas!
Me despierto a las 7 am para trabajar y hay gente saliendo de todos los edificios, pues en este nadie madrugaba nunca!
Los hay muy listos.
Casa gratis y a vaguear y ddar por culo.
Ahí queda tu comentario, al que no voy a responder. Solo te voy a decir que los problemas se resuelven de otra manera y no sabes cuánto me alegro de que tengas trabajo.
Y el siguiente por supuesto no lo apruebo porque aquí sólo se permite intervenir a gente respetuosa que no insulta.
Nunca me podré alegrar de que dejen a gente en la calle. Son personas. Como cualquiera de «nosotros los decentes».
Siempre me acuerdo de «qué bello es vivir » y las palabras de George Baeilly a Potter: «esta gente vive, sueña, y muere, como usted, ¿ hay derecho a que no pueda vivir, soñar y morir en una casa digna?»…
Como si ponen heavy metal. Y en cuanto a la basura…prefiero la basura en las casas a la basura en el corazón.