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La Habana

Elígeme fue una aventura fantástica, aunque arrastró, para mi, su cara negra, que no entra en el interés de esta web. Y la batalla con Matanzo, que tuvo su segunda parte en el teatro Alfil, simpática, que manifestaba un enfrentamiento entre dar un contenido cultural a la noche y la intransigencia cavernícola.

Todo lo que el concejal fascista y su partido, el Partido Popular, tenían contra el Elígeme era una cuestión ideológica, distinta manera de entender la noche. Nos lo expresó el propio Matanzo en su despacho cuando le entregaron un telegrama de adhesión a la sala del rector de la Universidad Complutense, aduciendo, entre otras cosas, que era un lugar donde se hacían tertulias universitarias y se conseguían puntos. Enrojecido de rabia, Matanzo gritó que las únicas tertulias que se pueden hacer en los bares son las de mus.

Contra nosotros sólo encontraron para cerrarnos la excusa de que la puerta de entrada a la sala batía para dentro y no para fuera. 15 días de cierre, creo recordar. Digo excusa porque aunque formaba parte del reglamento, apenas se cumplía, hasta el punto que las puertas de la sede del distrito centro en la Plaza Mayor, lugar público, creo, batían para dentro (ignoro si las han arreglado). Las nuestras se cambiaron al día siguiente, y ya. No tuvieron ninguna otra razón que esgrimir contra Elígeme.

Pero Elígeme tenía difícil lo de mantener su esencia: las actuaciones en directo, y se fue vaciando hasta que tuvimos que pensar en un repuesto. Apareció un tal Paco con una idea que conectó con nuestras inquietudes en ese momento, y convertimos el local en una sala de salsa de gran éxito: La Habana. Confieso que molestábamos más al vecindario, con colas para poder entrar, público más joven y algo más irresponsable, y nosotros ganamos más dinero que antes. Sin embargo ya nadie se metía con nosotros porque no dábamos la batalla ideológica. Pronto se produjo un enfrentamiento con nuestro nuevo socio y el interior del local se llenaba de gente que no nos gustaba demasiado, incluso nos percatamos de que se empezaba a traficar, así que dimos carpetazo.

Esto es lo que en ese tiempo apareció en la prensa:

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