Otro espacio, pequeño, otra historia corta.
Al Apa le iba bien porque estaba muy cerca de su casa.
El Apa. Jesús Aparicio, nacido un uno de enero. Fotógrafo, filósofo, diletante, entrañable amigo que se merece un huequito en esta página web. Si faltaba una sola noche a nuestro universo, le echábamos de menos y nos preocupaba que le hubiera podido pasar algo. Quería morir y se murió demasiado pronto. Siempre nos quedará un recuerdo para él. Lo pasamos fenomenal a su lado, y aprendimos mucho, a divertirnos, y también a pensar.
Aquí, en un espacio pequeño como el del teatro María Guerrero, volvíamos a recurrir a Trinidad Iglesias, claro, que también se merece un hueco en mi mundo, más grande porque era una mujer enorme, grande físicamente y con un talento especial, a lo que yo sigo adorando esté donde esté y haga lo que haga, porque seguirá siendo una mujer hermosa y grande.
Sin menospreciar a todos los demás, a los que no dejaré de querer, ni olvidaré nunca.